LA CRISIS DE LA EDAD MEDIA
Al final de la edad media llega un comienzo de
transición del feudalismo y capitalismo. A principios del siglo xiv. Europa fue
sacudida por una fuerte crisis económica y demográfica, debido fundamentalmente
a las guerras, el hambre y la peste.
Estos acontecimientos provocaron conflictos sociales.
En el plano internacional, el antiguo eje de poder entre el emperador y el papa
fue sustituido por una Europa dividida en potentes monarquías.
PRINCIPALES CAUSAS
Malas cosechas de trigo, tiempo desfavorable.
Guerra entre feudales
Epidemias como la peste negra, entre otras
Descenso de la población.
PRINCIPALES CONSECUENCIAS
Escasez de mano de obra campesina
Aumento de impuestos por parte del señor feudal
Escasez de alimentos
Ruina de artesanos y comerciantes.
Aumento de la miseria
TRANSFORMACIONES CULTURALES Y RELIGIOSAS DE
LA EDAD MEDIA
Durante gran parte de la Edad Media los conocimientos geográficos de los
europeos se limitaron a su propio continente y a los países de la cuenca del
Mediterráneo. A raíz de las Cruzadas se estableció un estrecho
contacto con el Oriente. En el siglo XIII el veneciano Marco Polo viajó
por tierra a la remota China y vivió durante varios años en la corte del
emperador mongol Kublai Kan. A su regreso a Europa dio a conocer las maravillas
que había visto.
El comercio con Asia se hacía por mar y tierra. Todas las mercaderías
pasaban por muchas manos y cada mercader deseaba hacer su ganancia. Los más beneficiados eran los mercaderes
italianos ya que ellos
tenían prácticamente un monopolio sobre las rutas del Mediterráneo. Como
consecuencia los consumidores en el resto de Europa debían pagar elevados
precios por las especias, sedas y otras codiciadas mercaderías del Oriente.
Los europeos tenían un fuerte interés por las mercaderías importadas, pero
no deseaban pagar los altos precios. Los comerciantes de la Europa occidental
empezaron a buscar medios para quebrar el monopolio de los italianos y para
hacer todo el comercio por mar. Debía ser posible descubrir una ruta marítima
directa a las Indias.
Desde el siglo XII la navegación hizo considerables progresos. Los hombres
aprendieron a construir barcos más grandes y seguros. Especial importancia
tuvieron dos inventos: la brújula y
el astrolabio.
Antes un capitán sólo había podido orientarse por el sol y las estrellas, pero
no había podido calcular la posición del barco. Por eso los barcos preferían
mantenerse a la vista de la costa y temían salir a alta mar. En el siglo XII
navegantes europeos empezaron a usar la brújula que pueden haber conocido de los árabes o en la
China. El astrolabio que
se empezó a usar en el siglo XV, era un instrumento que permitía determinar la
posición de un barco mediante la observación de los astros. A partir del siglo
XIII los navegantes pudieron disponer de portulanos, mapas bastante exactos de los puertos y de las costas.
El deseo de descubrir nuevas rutas marítimas impulsó a los hombres a
emprender audaces viajes en el curso de los cuales no sólo exploraron mares
desconocidos, sino que también descubrieron nuevas tierras y nuevos
continentes.
Los primeros que se atrevieron a abandonar las costas conocidas fueron los
portugueses. El infante portugués Enrique,
el Navegante (1394-1460), deseoso de aumentar el poder de
Portugal y de difundir la fe cristiana, consagró toda su vida y sus medios al
estudio científico de la navegación en el Atlántico y a la exploración de la
costa africana. Fundó una escuela de navegación en Sagres y contrató a los
mejores capitanes y cartógrafos. Sus barcos navegaron hasta las Azores,
Madeira, las Islas de Cabo Verde y la Costa de Oro.
En 1487 Bartolomé
Díaz llegó hasta el extremo sur de África al cual dio el
nombre de Cabo de las Tormentas. Su viaje ofreció la prueba de que había una
pasada al Oriente. La buena noticia indujo al rey de Portugal de cambiar el
nombre del cabo por el de Cabo de la Buena Esperanza.
En julio de 1497 Vasco de Gama zarpó
de Lisboa con cuatro barcos. En noviembre del mismo año pudo bordear el Cabo,
luego navegó por la costa oriental de África hacia el norte y cruzó el Océano
Indico. En mayo de 1498 llegó a Calicut en la India. En septiembre de 1499
estuvo de vuelta en Lisboa donde recibido con delirante entusiasmo. Había
perdido dos barcos y las dos terceras partes de la tripulación. La venta de las
especias y joyas que había comprado en la India arrojó una suma sesenta veces
mayor que todo el costo de la expedición. Finalmente, se había descubierto una
ruta marítima directa a las Indias que permitía prescindir de todos los
intermediarios y romper el monopolio de los comerciantes asiáticos e italianos.
ECONOMÍA DE LA
EDAD MEDIA
El modo de producción
de la edad media era el feudalismo. Este sistema consistía en lo siguiente: el
hombre noble (o señor feudal) tenía una hacienda muy grande, pero no la
trabajaba, sino que tenía siervos (la familia campesina) que le trabajaban la
tierra. Ahora bien, el noble (o señor feudal) le pagaba a sus siervos dándoles
(no es que la regalaba, sino que se la rentaba) una parcela de su tierra para
que la trabajen y vivan de sus cultivos. Aquí no circulaba la moneda, sino que
el pago era de esta manera, o bien en especias.
Después, todo este
sistema cae en crisis cuando empieza a crearse una nueva clase social, la
burguesía (profesionales, comerciantes, etc). ¿Cómo se da el paso al
capitalismo (el sistema económico moderno, muy distinto al sistema feudal de la
edad media)? La familia campesina (los siervos) trabajaba sólo en épocas del
año en las que se podía cultivar, entonces gran parte del tiempo no trabajaba.
Ahora bien, los burgueses se avivan y le llevan a estos campesinos lana y demás
materia prima para que, en las épocas del año en las que no trabajaban, hagan
telares por muy poco costo para que después los burgueses los vendan a mayor
precio. De esta manera, los siervos crecieron económicamente y pudieron
contratar, a su vez, a otros siervos para que trabajen para ellos (así nacen los
talleres); a su vez la burguesía crece muchísimo más económicamente y se
empiezan a crear las fábricas textiles y los campesinos se trasladan a las
ciudades para trabajar en las fábricas, ya no como siervos, sino como
proletarios (asalariados), por supuesto que empieza a circular la moneda, y
llega la revolución industrial, y con ella el principio de la edad moderna (que
ya venía gestándose a fines de la edad medieval).
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