EL ARTE EN EL SIGLO XVII
EL ARTE EN EL SIGLO XVII: EL
BARROCO
Abarca todo el siglo XVII y parte del
XVIII. Contrasta con el renacimiento y se caracteriza por lo irregular y lo
complejo que es. Constituye la respuesta estética de las circunstancias
religiosas (guerras de religión y contrarreforma), políticas (absolutismo) y
económicas (mercantilismo).
Los arquitectos fueron requeridos por los
monarcas absolutos para construir mansiones que fueran el reflejo de su enorme
poder, por ejemplo, el Palacio de Versalles. El Protestantismo, surgido en el
siglo anterior, se opuso al Catolicismo, dispuesto a defender sus dogmas. La
Iglesia Católica mostraba una fastuosa decoración que tuvo como objetivo
oponerse de forma consciente y voluntaria a la austeridad de los templos
protestantes, en los que no había imágenes. Las obras de arte eran encargadas
por la nueva burguesía y reflejaban un sentimiento más intimista y cotidiano
(retratos, temas domésticos, flores…)
El Barroco propuso nuevos valores
estéticos en los que predominaba:
1- El movimiento, con la
utilización de las formas curvas, de lo cóncavo y lo convexo. Ej. Columnas
salomónicas.
2- La luz y el color,
más que el dibujo, para crear formas. Los contrastes muy fuertes entre luces y
sombras.
3- El realismo en las
representaciones, con el objetivo de hacerlo de forma que emocione o sorprenda
el espectador.
4- El gusto por lo
teatral y escénico. El arte barroco está lleno de simbolismos como un decorado
teatral que pretende introducir al espectador en el mundo de los sentimientos y
las sensaciones.
EL ABSOLUTISMO EN
EUROPA SIGLO XVII
En el siglo XVII apareció la monarquía absoluta,
sistema de gobierno en el que el rey centralizaba todo el poder del Estado.
El rey: autoridad suprema
La cabeza del Estado absolutista era el rey, dueño de
un poder ilimitado. Era el principal responsable del reino y sus súbditos. Los
monarcas absolutistas eliminaron todos los obstáculos a su autoridad; para ello
limitaron las atribuciones de las asambleas de representantes (Cortes en
España, Parlamento en Inglaterra, Estados Generales en Francia).
Países no absolutistas.
El absolutismo se impuso en Europa. Sin embargo, en
Inglaterra y Holanda que iban a la cabeza de la economía europea en el siglo
XVII, triunfaron sistemas distintos.
ABSOLUTISMO EN AMÉRICA EN EL SIGLO XVII
América fue
descubierta por Cristóbal colon.
Los españoles,
entre los siglos XVI y XVIII conquistaron todo el sur de Estados Unidos, la
mayor parte de las Antillas, Centroamérica y Suramérica excepto Brasil, que fue
conquistado por los portugueses
Los ingleses
conquistaron el centro de la costa atlántica norteamericana.
Los franceses
conquistaron el occidente canadiense en torno a la bahía de Hudson mientras que
los rusos conquistaron Alaska.
Posteriormente,
debido a sus disputas y a sus guerras, algunas regiones cambiaron de dueño,
sobre todo en las Antillas y es por ello que se establecieron nuevas colonias
holandesas, francesas inglesas.
LAS MONARQUÍAS
La monarquía absoluta es
una forma de
gobierno en la que el monarca (lleve el título de rey, emperador, zar o cualquier otro) tiene el poder
absoluto. No existe en ella división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial).
Aunque la administración de la justicia pueda tener una autonomía relativa en
relación al rey, o existan instituciones
parlamentarias, el monarca absoluto puede cambiar las decisiones o
dictámenes de los tribunales en última instancia o reformar las leyes a su voluntad (La palabra del rey
es ley). Nombra y retira a sus asistentes en el gobierno a su voluntad. La unidad de todos los
poderes suele considerarse justificada por considerar que la fuente del poder es Dios y que los monarcas ejercen la soberanía por derecho divino de los reyes. No hay
mecanismos por los que el soberano (que no reconoce superiores) responda por
sus actos, si no es ante Dios mismo.
La monarquía
absoluta se desarrolla históricamente en la Europa
Occidental a partir de
las monarquías autoritarias que surgen al final de la Edad Media con la crisis de las monarquías feudales y el predominio que adquiere el rey en
relación a todos los estamentos.
La recepción
del Derecho
Romano en las universidades a partir del siglo XIII reforzó la
posición de los reyes en cuanto pudieron desprenderse de la prelación teórica
de emperador y papa. La teoría de que el rey es emperador en su reino y que, por tanto, tiene todos los
poderes que pudieran atribuirse a los emperadores antiguos (el princeps legibus solutus) fue
apoyada por los letrados,
de origen social bajonobiliario o incluso no privilegiado, que sólo podrían
aspirar a ascender socialmente sirviendo a los intereses de un rey fuerte.
Las
monarquías de Europa
Occidental entre
finales de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna pueden calificarse de monarquías autoritarias, como la de Luis XI en Francia, Maximiliano I en Austria,
los Reyes
Católicos en España o Enrique VIII en Inglaterra. Valois, Tudor y Habsburgo fueron las dinastías que, en un juego de enfrentamientos y
alianzas entre ellas, dominaron el panorama internacional; hacia dentro de sus
territorios asentaron su poder en un ejército permanente, una burocracia y una Hacienda cada vez más desarrolladas, que les
hacían inalcanzables para la nobleza, que empezará a ser atraída a su servicio
como nobleza cortesana.
Durante el siglo XVII surgió la teoría que el soberano sólo
respondía por sus actos ante Dios y, por consiguiente, era su
representante en la tierra. Con ello se pretendía legitimar las decisiones y la
posición del rey ante sus súbditos (teoría del Derecho Divino), excepto en
España, donde, desde el siglo XVI, la Escuela de Salamanca había desarrollado una teoría opuesta:
según Luis de
Molina, una nación es análoga a una sociedad mercantil en la que los
gobernantes serían los administradores, pero donde el poder reside en el
conjunto de los administrados considerados individualmente, lo que no quita que
en un par de siglos después se adoptase la idea generalizada.
Con la ilustración surge el concepto del despotismo ilustrado, por el cual la función
del monarca era la de traer el progreso y bienestar social y económico a su
pueblo por medio de reformas y la asesoría de sus funcionarios, rompiendo con
el tradicionalismo de éste y entrando en conflicto con los intereses de la
nobleza.
Con el advenimiento
de las revoluciones francesa y norteamericana,
junto con la independencia de Latinoamérica,
viene la crisis de las monarquías absolutas como formas de gobierno, lo que llevó
a la instalación de monarquías constitucionales o de repúblicas como formas de gobierno.
Un país
absolutista muy conocido fue Francia,
que con su rey Luis XIV, el Rey Sol, alcanzó el máximo
exponente de esta forma de gobierno. En el Estado galo, el absolutismo se
mantuvo de forma continuada durante el reinado de tres reyes (Luis XIV, Luis XV y Luis XVI; 1661 aprox. -1789).
LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA
Se denomina habitualmente el periodo comprendido entre 1500 y 1700 durante
el cual se establecen los fundamentos conceptuales e institucionales de
la ciencia moderna.
Se considera revolución científica a todos aquellos episodios de desarrollo no
acumulativo, en que un paradigma antiguo es reemplazado completamente o en
parte, por otro nuevo, incompatible.
En lo que a conceptos, el elemento central de la Revolución Científica es
el abandono de la visión cosmogónica en la que la Tierra ocupaba
el centro del Universo (sistema geocéntrico
de Ptolomeo) y de la física aristotélica,
por una en la que los planetas se
mueven en torno al
Sol (sistema heliocéntrico), una idea que, aunque también habían considerado
algunos antiguos (Astiarco), fue introducida con detalle por Nicolás Copérnico.
CONSECUENCIAS
Las consecuencias de la revolución científica, de la que Galileo y Newton fueron
sus máximos exponentes, pueden dividirse en tres grandes grupos:
consecuencias metodológicas, filosóficas, y religiosas:
Desconfianza ante las "intuiciones"
ingenuas del sentido común como intérprete de la realidad. Se incrementa el valor de
la observación y
de la experiencia y la necesidad de la verificación empírica. Los sistemas puramente
especulativos, como construcciones mentales deducidas a partir de unos principios universales
no discutidas, ceden el paso a hipótesis de trabajo basadas
en la experiencia y sujetas a una revisión continua.
Nuevo criterio de verdad.
La deducción, que había reinado desde Parménides, cede el trono a la inducción.
Galileo la práctica, y Bacon acomete la tarea de justificarla teóricamente y de
elaborar su metodología,
de forma que constituya el nuevo instrumento (Novum Organum) de la ciencia en
sustitución del Órganon aristotélico.
La expresión de la realidad se matematiza. La ciencia moderna desea
predecir con exactitud los fenómenos, y para ello necesita conocer las leyes físico-matemáticas que
los rigen.
Cada rama de la ciencia se independiza de las otras (aunque aproveche
indirectamente sus avances).
Se derrumba la autoridad de Aristóteles.
Se ve que Aristóteles se equivocó al afirmar el sistema geocéntrico de esferas,
la incorruptibilidad de los astros, el cese del movimiento cuando
cesa la causa, etc. El desprestigio de Aristóteles aumentó también por considerársele
defensor a ultranza del método deductivo
y la especulación pura.
Cambia el concepto de
ciencia. Ya no interesa lo óntico, sino lo fenoménico; la realidad subyacente,
sino el comportamiento aparente.
Algunos científicos como Galileo y Kepler solo se interesan por establecer
las leyes
matemáticas de los movimientos.
Autonomía de la ciencia frente a cualquier autoridad.
La última palabra corresponde a la razón, que parte de la experiencia
científica y vuelve a ella para verificar sus conclusiones.
El científico moderno suprime las explicaciones pre
naturales de los fenómenos físicos, y busca sólo las causas inmanentes,
intramundanas.
EL RACIONALISMO Y EMPIRISMO EN EL SIGLO XVII
Y XVIII EN AMÉRICA Y EUROPA
EL RACIONALISMO (del latín, ratio,
razón) es una corriente filosófica que se desarrolló en Europa continental
durante los siglos XVII y XVIII, formulada por René Descartes , que se
complementa con el Criticismo de Immanuel Kant , y que es el
sistema de pensamiento que acentúa el papel de la razón en la adquisición del
conocimiento, en contraste con el empirismo.
El EMPIRISMO Es una teoría filosófica que enfatiza el
papel de la experiencia, ligada a la percepción sensorial,
en la formación del conocimiento. Para el
empirismo más extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo
en cuanto a su origen sino también en cuanto a su contenido. surge en la Edad
Moderna
En la Antigüedad clásica, lo empírico se refería
al conocimiento que los médicos, arquitectos, artistas y artesanos en general
obtenían a través de su experiencia dirigida hacia lo útil y técnico, en
contraposición al conocimiento teórico concebido como contemplación de la
verdad al margen de cualquier utilidad.
EMPIRISMO EN AMÉRICA
Está representado por las
tradiciones y creencias ancestrales aún se mantiene.
RACIONALISMO EN AMÉRICA
Se estableció a raíz del
descubrimiento de América por la influencia de los españoles quienes
conquistaron América del Sur a diferencia
de América del Norte que fue colonizada por los europeos nórticos.
EMPIRISMO EN EUROPA
Fue permanente hasta la época
de los alquimistas y el período de adquisición criticó a los alquimistas y los
empíricos ya que le daban fama de brujos.
RACIONALISMO EN EUROPA
Comenzó desde finales del
siglo xiv con el descubrimiento de
técnicas de navegación, técnica agrarias, y técnicas industriales.
LA ILUSTRACIÓN
La Ilustración fue una
época histórica y un movimiento cultural e intelectual europeo –especialmente
en Francia e Inglaterra–que
se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa, aunque en algunos países
se prolongó durante los primeros años del siglo XIX.
Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la
humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este
motivo, como el Siglo de las Luces.
Los
pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la
ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor. La
Ilustración tuvo una gran influencia en aspectos económicos, políticos y
sociales de la época. La expresión estética de este movimiento intelectual se
denominará Neoclasicismo.
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